Abrí los ojos. Al principio no pude entender qué hacía en el suelo del comedor pero tardé pocos segundos en recordarlo..o mejor dicho en recordarla. Empalidecí.
Con miedo levanté la cabeza para mirar a mi alrededor. Estaba rodeada de chicas asustadas y buscando la acabé encontrando. Ella no estaba asustada ni sorprendida por mi reacción sino que parecía complacida con ella; de repente su actitud cambió se irguió y miró a la chica que llegaba hasta ella, su cara demostraba la tensión de la situación pero no podía entender qué tenía esa chica para que la hiciera reaccionar así.
Al ver que estaba mejor, me ayudaron a levantarme y entonces Judith pronunció unas palabras que me hicieron pensar que me iba a desmayar de nuevo:
- Martha, sé que no es el mejor momento, pero te presento a tu nueva compañera de habitación. Ésta es Dina.
- Oh no..-dije entre dientes. Aún así me pareció que Dina me había oído. La anterior vez que la había visto… a decir verdad apenas recordaba lo sucedido. Fue cuando mis padres desaparecieron…nos habíamos ido de excursión a una cabaña no demasiado lejos de casa, estaríamos a media hora en coche, cuando en mitad de la noche alguien llamó a la puerta despertándonos. Mi padre se levantó y se dirigió a la puerta para ver quién era, no estoy segura de que llegara a abrirla o si sólo miró por una rendija cuando de repente la puerta se abrió con un estruendo empujada por alguien con mucha fuerza ya que tiró a mi padre al suelo. La cabaña era muy pequeña, dormíamos todos en pequeñas literas situadas en el salón que se encontraba nada más abrir la puerta. Por eso pude ver lo que ocurría aunque lo que más podía recordar eran los sonidos: el golpe de la puerta al caer al suelo por el ímpetu del que la había empujado, el golpe de mi padre al caer al suelo, el grito que profirió diciéndole a mi madre que huyéramos, la “chica”(por llamarla de alguna manera) diciéndonos que no nos fuéramos a la vez que se inclinaba sobre mi padre, mi madre levantándose rápidamente y sin cesar de decir vámonos a casa del abuelo, vámonos a casa del abuelo…y de repente nada, estaba en casa del abuelo, como si nunca me hubiera ido de excursión con mis padres… Además de los sonidos la única imagen que guardaba era la de esa cara, esa cara entrando por la puerta, esa cara atacando a mi padre, esa cara manchada de la sangre de mi padre…Al ver a mi abuelo le había contado lo que recordaba pero él decía que sólo había sido un sueño, pero era tan real…Me dijo que mis padres finalmente habían decidido irse solos y que yo me había enfadado mucho. Parecía realmente sorprendido de que no pudiera recordarlo…y luego muy entristecido con su desaparición…ahora lo que me parecía era un actor realmente bueno… pero, ¿por qué mentirme? No entendía nada! Pero en los segundos que tardé en recordar todo lo sucedido sólo pude sentir miedo, miedo, y más miedo. Sólo quería salir corriendo de aquel internado, volver a casa de mi abuelo y que me volviera a convencer de que nada de eso había ocurrido..pero ya no era posible.
- Creo que me precipité al decir que no podíamos convivir- dijo Violet con una mirada de reojo hacia Dina. No podía entender que pasaba entre ellas..a ver, pensé, Dina es una vampira por decirlo claramente, y Violet..¿qué era Violet? ¿por qué pensaba que podía protegerme? Me sorprendió mi pregunta..Violet ¿protegiéndome? Ya no sabía qué pensar…igual era verdad que lo había soñado y en realidad Dina no era lo que yo creía…
- Tal vez…si realmente quieres intentarlo…Dina me había pedido una habitación individual..- dudó Judith. Mientras yo no dejaba de darle vueltas a las cosas ellas habían seguido con su conversación al margen mío.
Así se decidió, Violet volvería conmigo a la que había sido nuestra habitación y Dina se quedaría con la que ahora estaba Violet. Cuando ambas se dirigieron a las escaleras acompañadas de Judith se notaba la hostilidad y la tensión entre ambas apenas encubierta por el intento de conversación de Judith.
Me fui a mi habitación y me tiré en la cama. Sólo podía pensar en cómo cambia lo que crees que es tu vida en sólo instantes y cómo esos instantes se estaban acumulando ahora mismo en mi vida.
Violet entró en mi habitación y apenas cerrada la puerta me preguntó a bocajarro
- ¿Por qué ese..engendro te está persiguiendo?
Sólo podía pensar en intentar sobrevivir a aquella noche….
domingo, 7 de junio de 2009
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